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HISTORIA

La historia de Enredando

En el año 1839, Ana Eugenia Milleret de Brou, Santa María Eugenia de Jesús, comenzó en Paris, con cuatro compañeras la fundación de las religiosas de la Asunción para aportar un granito de arena a la transformación de la sociedad a través de la educación. La expansión de la congregación fue rápida y los colegios comenzaron a multiplicarse por diferentes países en el mundo.

En 1903 la superiora general de las Religiosas de la Asunción, tuvo la idea de fundar en Asturias. Envió dos hermanas, que venían de San Sebastián, a visitar el lugar, pero la fundación no pudo hacerse entonces.

En mayo de 1907 otras dos hermanas procedentes de Madrid se dirigieron al bonito país asturiano enviadas por la superiora general. Después de visitar muchos lugares se detuvieron en Gijón, donde encontraron una gran acogida. Les ayudan familias que habían conocido a la Asunción en Madrid. A principios de julio se reúne la primera comunidad formada por 17 hermanas: 7 españolas, 5 francesas, 4 inglesas y una polaca. El día 8 de septiembre se inscribe la primera alumna y el 4 de octubre de 1907 comienza el colegio con tres alumnas más.

Santa María Eugenia de Jesús era de una familia descreída, cristiana por conveniencia social, acomodada, pero su madre desde niña la llevaba a visitar y a ayudar a gente más desfavorecida en los barrios periféricos de Paris.

Cuando María Eugenia, con 20 años fundó la Asunción, decía a las primeras religiosas, con un lenguaje del siglo XIX, que ahora nos puede llamar la atención: Hay un reino social de Jesucristo…algunas experiencias nos han obtenido una fraternidad practica con los pobres, que nos hacen comprender sus trabajos y sus penas…se podría añadir mucho sobre la necesidad de hacer conocer a los chicos la miseria, de la que ni siquiera a veces conocen el nombre; sobre el equilibrio que las obras de caridad aportan a los estudios, así como del trato de los pobres con los ricos;…

Siguiendo estas orientaciones de María Eugenia y según lo habitual en aquella época, se abre una escuela gratuita el 5 de noviembre en el recinto del colegio de Gijón. Desde 1935, se instala en un nuevo edificio conocido como Nazaret que en septiembre 2007 dará paso a un nuevo edificio que alberga gimnasio, comedor y salón de acto.

El Colegio no se ha quedado encerrado en su amplio espacio. A lo largo de su andadura ha sabido detectar, siguiendo la línea socio-educativa de M.M.E, las necesidades en la periferia de Gijón y darles la respuesta adecuada.

Roces (1958 – 1979)

En el año 1957 se vio la necesidad de trasladar la escuela gratuita a una zona necesitada de Gijón. Una nave prefabricada servía de escuela para el barrio y de Iglesia los domingos y fiestas.

En enero de 1958 empezaron las clases por la mañana; después de haber recorrido las casas para apuntar a los niños y niñas llegaron a un centenar de 6 a 14 años.











En el curso 61-62, como patronato de la Asunción con siete unidades, se trasladó la escuela al nuevo edificio construido por las religiosas de la Asunción. Voluntarios del colegio empezaron a colaborar en el trabajo del barrio.

Con gran trabajo se consiguió un grupo de 10 niñas que quisieron seguir los estudios de bachillerato, número que exigía el Ministerio para poder abrir una Filial de Instituto. La congregación construyo la Filial donde pudieron instalarse el curso 64-65: Las alumnas aumentaban. Al terminar los estudios en la filial varias alumnas pasaron al colegio para hacer el bachiller superior y continuar después en la universidad; otras fueron a la escuela de magisterio de León. En estudios se alcanzó un gran nivel y en deportes quedaron por dos años campeonas de España en balón volea y en el segundo puesto en el campeonato de Roma.

En 1969 Auxilio Social instaló en la barriada una guardería de la que nos hicimos cargo. A ella venían niños desde 0 meses a 5 años, edad en la que ya pasaban a las escuelas.

En agosto de 1962 se instaló una Comunidad de hermanas.

El inicio de los años setenta fue muy conflictivo a nivel político y social en el barrio; la comunidad de religiosas de ese momento comenzó a tomar partido en los conflictos y la situación se complicó de tal manera, con un ambiente tan enrarecido con relación a la comunidad, que se hizo prácticamente imposible la permanencia allí, por lo que la congregación tomó la decisión de retirarse de Roces en el año 1979. La escuela y la Filial se dejaron en manos de las administraciones públicas de educación. Actualmente las instalaciones de la filial son el “Instituto de educación Secundaria” de Roces, y la escuela se transformó en el colegio “Manuel Medina” cerrado desde hace décadas que luego el ayuntamiento habilito como escuela de música, hoy también cerrada.

Roces no se ha extinguido para la Asunción con nuestra retirada. Prueba de ello es la fidelidad de tantas antiguas alumnas que continúan en relación con nosotras, colaborando estrechamente como profesoras en el colegio, como voluntarias en Enredando o simplemente testimoniando su agradecimiento y fidelidad.

Contrueces (1990)

En los años 90 las hermanas del colegio, siguiendo la trayectoria social que nos legó María Eugenia, empiezan a ayudar en Contrueces con la catequesis y en un proyecto de ayuda a la mujer “Saber más” de la parroquia. Una comunidad religiosa se instala en el barrio en 1996.

En el año 2000 la comunidad comienza un trabajo de conocimiento de la realidad social y educativa de los niños del barrio, a través del contacto con centros educativos, recursos y grupos sociales de la zona. Se observan situaciones, tanto en el medio personal y socio familiar de estos menores como en su entorno, que les coloca en una clara situación de vulnerabilidad social: fracaso escolar, escasez de aficiones y ausencia de otros  tipos de ocio, inadecuada estimulación socio-afectiva, conductas no normativas y conductas violentas, núcleo familiar desestructurado, pobreza generalizada.

Esta realidad lleva a la comunidad a pensar en un proyecto de carácter socioeducativo para paliar estas deficiencias sociales. De este modo en el año 2003 se comienza a dar forma al “Proyecto Enredando”. El aumento progresivo de participantes y voluntarios, así como la valoración positiva realizada por la propia comunidad y por los Recursos Sociales y Educativos con los que se trabaja, llevan a pensar en la conveniencia y viabilidad del proyecto. En septiembre de 2008 la congregación adquiere unos bajos que debidamente reformados y equipados permiten instalar de una manera definitiva el centro Enredando (hasta ese momento ocupaba un local alquilado).

Las religiosas de la Asunción ayudadas por más de treinta voluntarios y alumnos de bachillerato en la asignatura de aprendizaje y servicio social del colegio de la Asunción, de la Inmaculada y del Peñamayor, tratan de dar respuesta a la llamada de la congregación a trabajar en toda obra de educación y búsqueda de la promoción humana, preferentemente entre los más necesitados, adquiriendo así un compromiso en la transformación de la sociedad.











Por otra parte se utilizan el parque y las calles como espacios educativos y lugares de encuentro enriquecedores y positivos: cuenta cuentos, biblioteca… En el verano, unos días de campamento urbano refuerzan los lazos de toda la comunidad educativa y son un motivo de alegría para el barrio.

Dentro de esas propuestas formativas, el Centro “Enredando” de las religiosas de la Asunción puso en marcha en el año 2016/17 un programa de apoyo a las madres de los niños que reciben refuerzo educativo a lo largo del curso escolar. Dicho programa se denomina Escuela de Madres “Enredando”.

Pareció entonces conveniente proporcionar a estas madres, que normalmente esperaban a las puertas de la Asociación la salida de sus hijos, un espacio para fortalecer la convivencia, la escucha y el diálogo, así como para desarrollar sus capacidades y habilidades, es decir, su empoderamiento.

En el curso 2019/2020 se implementó el proyecto “Saber+”, dirigido a aquellas madres que demandaban, tanto una formación personalizada que les permitiera presentarse a exámenes oficiales de diferentes niveles, como inicios de lecto-escritura o refuerzos para poder ayudar a sus hijos e hijas.

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